Para analizar un objeto se proponen las siguientes preguntas cuyas respuestas nos darán información útil sobre él, en función del tipo de análisis que se desea realizar:
Análisis formal (anatómico): profundiza en la forma física del objeto.
Dibujo completo del objeto (en perspectiva o similar)
Despiece del objeto y dibujo de cada una de las piezas que lo componen, en perspectiva o con sus vistas correspondientes (alzado, planta y perfil)
¿Qué forma tiene exterior tiene: esférica, cónica, piramidal, prismática, …?
¿Cuáles son sus dimensiones exteriores (en milímetros) ?
Análisis técnico: se refiere a la fabricación y funcionamiento del objeto.
¿Cuántas piezas lo componen? ¿De qué material está hecha cada pieza?
¿Cómo se han ensamblado las piezas que lo componen?
¿Qué otros objetos cumplen la misma función?
¿En qué principios físicos se basa su funcionamiento?
¿Cómo es su proceso de fabricación?
¿Qué dimensiones deben estar normalizadas?
Análisis funcional: estudia la utilidad del objeto y la forma de manejarlo.
¿Para qué sirve?
¿Cómo funciona? ¿Cuáles son las instrucciones de uso?
¿Qué riesgos para la seguridad de las personas implica su manejo?
¿Qué otros objetos cumplen una función similar?
Análisis socioeconómico: estudia la relación del objeto con su función social, económica, medioambiental, etc.
¿Cuál es el origen del objeto y la necesidad que satisface?
¿Cómo se ha resuelto esta necesidad a lo largo de la historia?
¿Cuáles son las consecuencias medioambientales de su utilización?
¿Cómo se comercializa este producto?
¿Cuál es su coste de fabricación? ¿Cuál es su precio de venta al público?
Análisis estético: estudia su aspecto exterior de manera psicológica, sensorial, artística, etc
¿Qué sensación produce en las personas?
¿Cuál es su textura, color y proporciones?
¿Está en armonía con el ambiente y los objetos que lo rodean?
Dependiendo del objeto y la necesidad del estudio, se pueden obviar algunas de las preguntas anteriores o plantear algunas otras no contempladas.